jueves, 28 de julio de 2011

Caperucita 2011

- “Juguemos en el bosque mientras el lobo no está, ¿Lobo está?”
- “Sí, está y te va a sacar las tripas si no corres”…
Algunas caperucitas corrieron y se salvaron de las heridas que el lobo les ocasionó a las otras con sus fuertes garras que éste tenía escondidas. Las heridas eran tan profundas que tardaron en sanar.
Ahora las caperucitas jugarán y deberán tener cuidado de los otros lobos, porque el lobo que al principio las atacó no lo hizo nunca más, puesto que recibió su escarmiento por parte de otra manada. Quizás en algún momento el lobo se de cuenta de la magnitud de los hechos, porque las heridas pueden curar, pero las cicatrices quedarán.
Y no te fíes que alguna caperucita puede estar disfrazada de lobo, también.

Rebelión en la granja 2011

Érase una vez, en lo más profundo de LDKCT, un grupo de porcinos “anárquicos” que se rebeló dando lugar a un líder poco carismático, separando al grupo por la mitad, debido a las diferencias conceptuales. Por un lado, estaban los puercos perjudicados que tuvieron que armarse de valor y luchar para que prevalecieran las ideas primarias. En el otro bando, donde predominaba la maldad y la dominación, los porcinos que se limpiaban sus colitas ásperas entre sí, decidieron exiliar a los otros porque les molestaban. Muy doloridos y traicionados por quienes alguna vez habían sido sus compañeros de lucha, los integrantes del grupo perjudicado tuvieron que irse heridos y cabizbajos, pensando qué sería de ellos ahora sin aquello por lo que habían luchado, dejando todo en momentos de gloria.

Lo que supo ser una granja feliz, se vio envuelta en tinieblas quedándose a dirigir “los más fuertes”, y echando a los más “débiles” que eran neutrales. Si al principio gritaban al unísono “viva la unión y la diversión”, el lema se modificó a “viva la competición”.

De este modo, vemos cómo la naturaleza animal puede ser muy dañina. Como siempre habrá dos bandos, unos más bueno que otros. Quizás esto sirva para darse cuenta cómo hay que ser y como no. Para aprender algo. Para que los otros vivan otras experiencias. Para que cada uno se bañe en su chiquero del modo más tranquilo posible.

sábado, 23 de julio de 2011

Duda existencial II

¿Cerebral o visceral? Esa es la cuestión.

Apología poética sobre el mal

Es el ascenso del mal. Es el infortunio del bien.
Es la maldad que apareció. Es la bondad que murió.

Es la pena máxima, el desgarro inesperado.
Es el dolor de la fatalidad. Es un desagrado.

La bronca acecha, la ira rebalsa ¿Cuándo pasará?
Cuando nada quede, la alegría volverá.

Es la muerte en estado invisible, son los saludos finales que no calmaran los males.
La sangre hierve, la mente y el cuerpo estallan de dolor.
Solo quedarán remordimientos si te quedan sentimientos.

Ya no tomarás de mi agua y seca quedarás.
No se correrá, no se reirá, no se enojará ni festejará.
Pero todo pasará.

viernes, 22 de julio de 2011

Una contradicción laboral

De los errores se aprende, pero no quiero issues.


Apología poética sobre la falsedad

En el momento menos pensado viene el palazo.
Cuando bajan las aguas sólo queda flotando algo oloroso y asqueroso.
Es la decepción total. Es la falsedad mental. Algo terrenal.

Nada es lo mismo. Ni siquiera uno mismo.
El otro se convierte en algo pesado, para nada soñado. Se lo quiere lejos, nunca haber conocido, pero ¿dónde queda lo vivido?

Solo queda el desencanto, las imágenes de lo que alguna vez fue.
Lo bello se vuelve monstruoso. Algo realmente apestoso.

La añoranza duele, pues cada día pasado se hace pesado, hasta que desvanezca en el olvido.

Solo quedará el juego en el recuerdo, los momentos vividos en el más allá.
Es un pozo profundo sin vuelta atrás.

Es la sequedad misma. Es Yerma sin Lorca. Es los Buendía sin Gabo. Son las mujeres sin Safo.

El conjunto desecho, se fue de las palabras al hecho.
Somos nosotras sin nada.
El balón ya no rueda ni pega para mí, ni será lo mismo para ti.
Atrás la bella historia con final infeliz.

La falsedad ha destrozado todo, evitando y traicionando.
Tocando el orgullo de lo más preciado.
Las cartas se han tirado.
Pues la pelota se ha pinchado. 


lunes, 11 de julio de 2011

Ruidos tempraneros y ruidos nocturnos

Érase una vez, en un edificio “recoletoso” de pasado mitad del siglo XX, de extrañas paredes finitas, donde los ruidos acechaban al habitante a cada hora del día…

Por la mañana, agua de cañería que desciende como cascada creyendo que se te inunda la casa. En el sector lateral, un lavarropas que se saldrá de su lugar. Cómo olvidar de los bocinazos producto de embotellamientos citadinos.

Por la tarde, sí tenemos algo ameno, hasta cierto punto, nuestro propio flautista vecinal.

Entrada bien la noche, nos encontramos con sonidos que salen de todos lados. Abajo, la sordera de los habitantes que hacen que el único protagonista sea el omnipresente televisor. Arriba, una criatura, que sin alfombra en sus cuartos, recorre los espacios de su casa con pelotitas y autitos. A veces, su hermanito bebe, acompaña la experimental velada, con escuálidos llanos. En el ala este, una vieja borracha que se la pasa gritando, y en otros sectores, roñosos vecinos que tiran basura por las ventas, de esta manera, escuchamos la botella de plástico de una famosa bebida revotar hasta perderse en el piso.

Inexplicablemente, ruidos de pasos y golpes en la cocina, pero ese es otro tema.

¿Qué más pedir para los oídos… Para el cálido sueño?
Probablemente, tapones para aislarse de toda pizca de sonido.