sábado, 20 de agosto de 2011

SOS: Ortografía en peligro

Entiendo que con la velocidad de los medios y las tecnologías, y que vivamos “a mil”, haya que adaptarse a los cambios, y que la transformación de las palabras son un hecho (echémosle la culpa al celular, si queremos) que acecha.
Pero ¿por qué tenemos que adaptar los modos “anglos”?, como es el caso de los signos de apertura de interrogación y de exclamación. ¡ ¿ Estos pobrecitos, están viendo sus respectivas despedidas, porque al escribir, simplemente, se usan los que cierran (éstos ?!). ¿Pero no han pensado que por algo se crearon? Creo yo, que es un “españolismo” que hay que respetar. Lo digo porque estas ausencias se están viendo bastante seguidas en los subtítulos de algunas películas, publicidades locales y quizás los nuevos traductores lo hagan en los libros.

Por ejemplo, algunos sabrán que Sarmiento ya pedía que se acabaran con varias letras como la H o la U luego de la Q, porque las veía “inútiles”*, y que algunas palabras se escribían con J (trájico, Ejipto, Eujenio)*, y en estos días se usa la letra G en su lugar, lo mismo con la S y la Z. Hay dos casos de “dubitación” que quiero resaltar: el primero es el nombre del país azteca, donde podemos escribirlo con X o con J. Otro es un nombre de mujer, que evidentemente, nadie se puso de acuerdo, porque de las 3 maneras gustaba; Jimena, Gimena o Ximena. Si ustedes se ponen a buscar palabras con X podrán ver que podemos pronunciarla con un montón de sonidos distintos ¿cuál será la verdadera forma?.

En estos tiempos se está acabando con la Q, por ejemplo, reemplazándola por la K. Ni hablar del acento, que algunos no saben para qué se usan y se niegan a hacerlo pero, nuevamente, no somos ingleses como para permitirnos no ponerlos, puesto que en nuestras palabras sí es sumamente necesario.

Esto demuestra que la manera de escribir varía según las épocas, porque surgen nuevas palabras, nuevos modismos, nuevos conocimientos y las ganas de la RAE por cambiar o aceptar ciertas palabras a su modo, como antes que se escribía fue con acento o que ahora quieren que sólo de solamente tampoco lo lleve, ¿pero cómo lo diferenciamos de solo de estar en soledad? Otro caso es que algunas personas no entienden cuando la O lleva acento, no es muy difícil, lo lleva para diferenciarse del cero cuando está entre números, por ejemplo, 3 ó 4. Así de simple. Pero por las dudas, algunos le ponen acento a la O para diferenciarse de casa o auto. Un horror. No digo que hay que ser expertos en ortografía, pero por lo menos saber diferenciar más de mas (pero) y aún (todavía) de aun (incluso/siquiera).

Algunas curiosidades:
1. No se dice “estoy engripado”, se dice “estoy griposo” (según mi profesora de Literatura).
2. No se decía “imprimido” (parece que ahora sí), se decía impreso.
3. Por las dudas que nadie empiece a decir “escribido”, porque suena espantoso.

*Esto se sabe del libro Método de Lectura gradual, escrito por Sarmiento.