domingo, 9 de febrero de 2014

Paremos un poco

La sobredosis de información constante es pedante.
La oferta y la demanda por los mensajes inmediatos y la actualización permanente de la realidad, se ha vuelto demasiado repulsiva. Ni hablar de la evidente manipulación de los medios tratando a la gente de estúpida.
Acechando como la espada de Damocles, la famosa aguja hipodérmica sigue entre nosotros pero renovada con parafernalia especulativa, sobradora y avasallante. La alienación cultural se ha tornado demasiado nociva para la salud mental. Vivimos cansados y estresados, por ende, combativos y peleadores.
¿Tanta actualización e inmediatez para qué?

Apaguemos la tv si no sirve su contenido, no miremos noticieros manipuladores, no escribamos mensajes de texto con contenido banal, no usemos internet sino es necesario. Basta de tantos comerciales. No compremos por comprar. Leamos más, algo que sea de nuestro agrado, lo que sea. Saquemos fotos, pero que no sea una cantidad insoportable hasta lograr salir perfecto, simplemente, algunas fotos. Solo porque tengas una cámara para sacar imágenes ilimitadas, no significa que tengas que gastarla solo porque sí. No te sientas mal por no prender la pc, la tv, o el celular que ya tendría que tener otro nombre, porque de aparato telefónico ya le queda poco.

No acechar, no molestar, dejar ser, ser uno, no joder (= no romper las pelotas), ser civilizados, porque vivimos en una supuesta civilización, vivir en tranquilidad, no perder los valores, RESPETAR al otro por lo que es y por lo que quiere ser.

Relajaros, compañeros. El camino es largo.
DESCANSEMOS que la cabeza, el cuerpo, todo el ser, se sentirá mucho mejor.

Cómo liberarse de un mal momento…

Algunos se la agarran con el pelo…
Otros se tatúan…
Otros se drogan o se emborrachan…
Otros salen de compras…
A otros se los come la cama…
A otros la tele…
Otros se comen las uñas…
Otros no comen…
Otros se van a bailar…
Otros se van de viaje…
Algunos rompen…
Algunos escriben…
Algunos lloran…
Algunos corren…
Algunos leen…
Algunos se deprimen…
Algunos sobreviven…
Otros cantan bien fuerte arriba de una canción…
Otros gritan para que los demás se enteren…
Otros ni se enteran…

sábado, 8 de febrero de 2014

Un mensaje

Lamentablemente, las paredes exteriores de los edificios públicos y privados, son blanco de grafitis de toda índole. El hospital Rivadavia, el cual parece un orfanato abandonado y su aspecto requiere de otra entrada, fue pintado hace unos meses atrás, y un sector de él, como también lo hicieron con el hospital de niños, les fue dejado a varios artistas para que expongan algún simbolismo o personaje de la ciudad o del país. Todo el trabajo realizado, ha quedado muy lindo y, por suerte, ningún vándalo se ha atrevido a mancharlos.

Pero la imagen que se muestra a continuación, no tiene nada que ver con el acervo pictográfico que vemos al pasar, sino que tiene que ver, con el vándalo que ha decidido tomar un pedazo de la pared recién pintada para expresar un trozo de su ideología…