miércoles, 30 de noviembre de 2011

Experimento sociológico

Gente esperando que abra el shopping a las diez menos cinco. Por un lado, los empleados entrando al recinto corriendo, porque llegan tarde y también les llega la multa. Por el otro, la gente ansiosa por ingresar a comprar. Una viejita que el guardia de seguridad no le permite el paso, y la pobre no entiende por qué. Por último, yo viendo y viviendo la situación de rareza que me provoca el acto de esperar que abran las puertas para poder pasar. Es la sensación del cuerpo expectante y la curiosidad de qué pensara la gente en ese momento donde los minutos se hacen eternos.
Una vez permitido el acceso, experiencia olvidada, acá no pasó nada. No era para tanto. Ya pasó. Compras y te olvidas de que estuviste en la puerta del shopping esperando que te dejen pasar, porque los empleados aun no abrían las compuertas, como si uno estuviese atrapado, ansiando el momento de la libertad, mezclado con frenesí.
Suponiendo que el lugar abriera alrededor de las 8.30, no a las 10 como está pautado, ¿el experimento funcionaría?

2 comentarios:

  1. De la misma forma que la estupidez humana decreta que 5 segundos antes de la hora de cierre la gente entra a comprar, puedo asegurarte que aunque habran a las 7 de la mañana habrá gente esperando desde las 6.30 hs. También están un grupo aparte al que yo llamo "por las dudas". Por las dudas hacen cola de algo que no saben que es pero si hay mucha gente será importante. Por las dudas van a comer todos al mismo sitio porque si hay gente es por algo.... Pero este es un guetto aparte al que seguramente y por las dudas algún día querida Bárbara dedicarás un artículo. Te quiero mucho (por las dudas no te acuerdes)

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  2. Bueno paciencia che!. El mundo no se adapta a nosotros, sino nosotros al mundo. Pasa que, el que espera desespera...

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