La sobredosis de información constante es
pedante.
La oferta y la demanda por los mensajes inmediatos
y la actualización permanente de la realidad, se ha vuelto demasiado repulsiva.
Ni hablar de la evidente manipulación de los medios tratando a la gente de estúpida.
Acechando como la espada de Damocles, la famosa
aguja hipodérmica sigue entre nosotros pero renovada con parafernalia especulativa,
sobradora y avasallante. La alienación cultural se ha tornado demasiado nociva
para la salud mental. Vivimos cansados y estresados, por ende, combativos y
peleadores.
¿Tanta actualización e
inmediatez para qué?
Apaguemos la tv si no sirve su contenido,
no miremos noticieros manipuladores, no escribamos mensajes de texto con
contenido banal, no usemos internet sino es necesario. Basta de tantos comerciales. No compremos por comprar. Leamos más, algo que sea de nuestro
agrado, lo que sea. Saquemos fotos, pero que no sea una cantidad insoportable
hasta lograr salir perfecto, simplemente, algunas fotos. Solo porque tengas una
cámara para sacar imágenes ilimitadas, no significa que tengas que gastarla
solo porque sí. No te sientas mal por no prender la pc, la tv, o el celular que
ya tendría que tener otro nombre, porque de aparato telefónico ya le queda poco.
No acechar, no molestar, dejar ser, ser
uno, no joder (= no romper las pelotas), ser civilizados, porque vivimos en una
supuesta civilización, vivir en tranquilidad, no perder los valores, RESPETAR
al otro por lo que es y por lo que quiere ser.
Relajaros, compañeros. El camino es largo.
DESCANSEMOS que la
cabeza, el cuerpo, todo el ser, se sentirá mucho mejor.