Es fantástico, para algunos, el misterio que rodea a los libros, a las películas, a una canción o a un lugar en sí, si pensamos el por qué nos encontramos con esos elementos que tenemos que leer, ver o escuchar en determinados momentos y que nos están esperando en algún sitio. Evidentemente, sucede porque algo que guardaba una de las cosas mencionadas teníamos que adquirir para nuestro conocimiento y nuestra moral.
Me sucedió con un libro que venía evadiendo cada vez que entraba a El Ateneo Grand Splendid (La Señora librería de Av. Santa Fe). El caballero de la armadura oxidada es un libro para todos, es un cuento que nos deja un mensaje, y que nos enseña a no perder las cosas que queremos por encerrarnos en nosotros mismos, por no ver ni querer entender lo que nos rodea. Es decir, que El caballero de la armadura oxidada es para aquellas personas que deben aprender a mirar más allá de sus ombligos y no dejar de lado todo aquello que tiene real importancia en su vida.
Este es un libro que alimenta la espiritualidad del ser humano, que nos enseña a tener paciencia, a saber entender que los dilemas son parte de la naturaleza y que todo se dará en su debido tiempo, dando los frutos necesarios.
Lo recomiendo porque es entretenido y para nada aburrido, donde cada capítulo (son 7 y breves) nos lleva por paisajes diferentes donde vamos aprendiendo algo nuevo, imaginando momentos llenos de colores, atravesando una fantasía que al fin y al cabo es la vida misma.
Pienso que un libro es interesante cuando te podés involucrar y ser parte de los personajes, como si todo lo estuvieras espiando desde arriba, sin tener ganas de salir de allí, ese lugar donde todo es mágico y atrapante... cuando tenés ganas de dar vuelta la página para ver cómo sigue, y no cuando lees anticipadamente los últimos ocho renglones de la historia, porque ya no lo soportas más que esté allí... ocupando espacio sobre tu mesita de noche...
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