A partir de una buena idea
puede surgir algo grandioso con un final estupendo. Pero, si te basas en las últimas
dos series que decidí ver un día de este año concluimos que a los guionistas de
How i met your mother y Dexter
se les acabaron las ideas justo, pero justo, en sus respectivos últimos capítulos.
La primera está basada en la vida diaria de 5 amigos que viven en New York ¿les
suena conocido? A mí también. Pero a diferencia de Friends que tuvo 10 temporadas, su final fue nostálgico y aceptable,
y no escuché a nadie quejarse al respecto. De hecho, varios lunáticos quieren o
nos hacen creer que quieren que vuelvan a ser amigos. Mientras que HIMYM tiene 9 temporadas, donde el último
capitulo, literalmente, lo detestas. Tal fue el punto de rabia de todos los
espectadores que, según dicen por ahí, están preparando un final alternativo. ¿Tanto
les costó pensarlo antes? Del lado de enfrente de la simpática sitcom, es
decir, del disfrute de la vida cotidiana, pasamos hacia el lado del mortífero Dexter. Quizás, si lo hubiesen hecho más
desequilibrado de lo que lo hicieron les hubiese salido otra serie y quizás un
buen final. Pero este es aun más decepcionante que el de HIMYM, porque además de destruir la naturaleza del personaje (y
acabar con otro que no contaré) que nos hicieron creer, se dieron el lujo de
dejar cierto final abierto para reivindicarlo más adelante, cuando se les dé la
gana. Por lo tanto, si quieren miren HIMYM
para reírse, pero no vean las 8 temporadas de Dexter para llorar de desilusión. Ya saben, encontrarán dos finales
patéticos.
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