domingo, 5 de octubre de 2014

Vaya día…

Feo. Porque me levanté, abrí la persiana y estaba negro, es decir, nublado, lluvioso y fresco para campera rompevientos (recuerdos de ese verano en Santa Teresita, mi campera azul y roja, por supuesto). Tuve la misma sensación de cuando estas de vacaciones en algún lugar costero, y contemplando desde la ventana del cuarto del hotel pensas “vaya mierda, joder, hoy no habrá playa”. ¿Qué hacemos? Ahora truena copiosamente, caen piedras, no hay paraguas que resista. Está servido para paella. 

1 comentario:

  1. El vivir en Asturias me ha reconvertido. Adoro la lluvia y los paraguas. Y cuando llueve copiosamente no hay nada mejor que hacer un chocolate caliente y contemplar el paisaje a traves de la ventana. Pero la paella si que es una excelente alternativa.

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