sábado, 29 de marzo de 2014

UNA MUESTRA GIGANTE

"Una muestra alucinante digna de una súper producción fotográfica..."
"Un ambiente "fashion" regodea la exposición y absorbe al público contento" 
 
Me presenté sin grandes expectativas a la reciente exposición denominada Mario Testino: In Your Face. ¿Por qué?  ¿Qué te esperas de un montón de fotos juntas? Quizás, un montón de gente amontonada viendo fotitos pero, en este caso, fue todo lo contrario: un montón de gente (que se merece una crítica aparte) frente a gigantes imágenes con grandes y gruesos marcos de colores. Todo bien llamativo como todos los posantes.
 
En estos tiempos, la curaduría es una protagonista más. A veces es más protagonista que el propio arte en sí, porque la organización, en estos tiempos, también es puro arte, y le gana a lo que vemos. La curaduría embellece lo que observamos aunque no nos guste. Una mala curaduría puede arruinar lo que está expuesto, por ende, tiene que haber un equilibrio  entre forma-contenido que nos convenza para aceptar lo que vemos. 
 
Cuando entras, te sentís como en una pasarela, la luz solamente estaba direccionada a las imágenes. Fotografías de todos los tamaños de punta a punta de arriba a abajo; no entraba una más, las paredes estaban completas. El gran acervo fotográfico que nos presenta el Malba es impactante. La gran sala repleta de imágenes de famosos y no tan famosos, maquillados y exageradamente maquillados, posando y no posando para la cámara de este fotógrafo reconocido que se ganó el elogio de todos. Incluso a uno que no le gusta sacarse fotos quisiera ser fotografiado por él. 
 
Respecto al público, cabe destacar que la meta-fotografía tiene un gran lugar en la sala, porque la mayoría de la visita estaba al pie de cada foto para fotografiarla. ¡Fotografiar una foto que estás viendo en un museo y que seguramente está en internet! Es como grabar una obra de teatro o todo un concierto en vivo. Simplemente, creo hay que disfrutar de lo instantáneo, de lo pasajero, y relajarse. Acorde a mi experiencia, las últimas veces estaba "terminantemente prohibido hablar por teléfono ni sacar fotos", pero inevitablemente casi todo el mundo tiene un celular-cámara consigo mismo, por lo tanto, esto fue permitido por las autoridades para esta gran exposición. Como no son imágenes dibujadas o pintadas que se pueden arruinar por la luz del flash o quizá valen millonada, por ende, "no se puede sacar fotos", tomarle fotos a las fotos está ok. Esto hizo grande mi rechazo hacia la gente, quizás generalizo al público, puesto que quizás algunos necesitan fotografiar el momento para un trabajo universitario, pero la mayoría simplemente para ¡mostrar que presenció una foto en un museo! De esta manera, la gente andaba descontracturada, desenvuelta y con mucho dinamismo, provocado por la libertad de la curaduría y el permiso fotográfico, pero a la vez preocupada por sacar esa foto a la foto donde justo no hay nadie adelante.

Ahora, las fotos posan.

2 comentarios:

  1. “Muchos fotógrafos piensan que si compran una cámara mejor serán capaces de hacer mejores fotos. Una cámara mejor no hará nada por ti si no hay nada en tu cabeza o en tu corazón.” Arnold Newman.

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  2. Y bue! Vaya uno a saber... la conducta humana a veces es tan retorcida que no se logra entender bien de que va, ni hacia donde...

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