domingo, 30 de enero de 2011

Que parezca un relato

El fantasma de la galería… aun me acecha. Con su mirada punzante, su aparente decrepitud y sus gruesos dedos, éste me persigue lentamente. En las calles, está disfrazado de otras personas para reconocerlo sutilmente, y en cada rincón de la ciudad logra asustarme todos los días un poco. Su presencia enmascarada aun está en mi inconsciente, en mis ocasionales sueños; a su vez, se encuentra en el despertar de mi conciencia cuando quiere ser recordado.
Es El fantasma de la galería que se halla expectante para que aprenda, de manera correcta, la difícil lección. A cada momento, aparece de imprevisto, aun si saber que su ocaso podría llegar pronto… Tanto él como yo sabemos que cuando desvanezca su espectro será porque la victoria ha llegado al alma correspondiente para quedarse y no dudar de su existencia. No será necesaria su constante vigilancia, porque ya será concebido el significado.
Es El insaciable fantasma de la galería que asusta con leves soplidos, pero por una razón. Él sabe por qué lo hace, y no se irá hasta no sentirse seguro de haber logrado su primordial objetivo.

4 comentarios:

  1. Segun Primavera, la descripción poética de un trauma.

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  2. ¿Que fantasma?. ¿Que galería?. ¿Que objetivo?.
    No entiendo!.

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  3. Parece ser que el trauma tambien se transforma en arte no??? jajaja

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  4. Y... Mirá todos los artistas traumados que aparecen en la historia de todas las artes y todas las obras que le han brindado a la gente.

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