lunes, 20 de diciembre de 2010

Navidad, Navidad, (agri)dulce Navidad…

Días previos a la Nochebuena, más que en el día exacto de la Navidad, es el momento donde lo bueno y lo malo conspiran para que la gente se vuelva extremadamente histérica, insoportable y no se quiera ni siquiera así mismo. Después, se produce el milagro de las 12 donde ya comimos, brindamos, abrimos los regalos, se tiran los cohetes, se descansa un poco para olvidarnos de lo sucedido anteriormente, hasta que te acordás que mucho tiempo no tenes porque en unos días comienza el Año Nuevo. Empezamos otra vez con el qué comemos, los apuros porque la semana es corta, de nuevo las compras (por suerte ya no hay regalos) y qué haremos, nuevamente, después de las 00 horas, quién se lleva el auto, quién se queda con la abuela, que los fuegos de artificio, que la gente está borracha, blablabla. Como el tiempo pasa volando, es una cosa de no acabar, y en un santiamén ya estamos pensando en las siguientes fiestas y así sucesivamente volvemos al principio, al descontrol, a la mala onda y al insólito ser que se deprime porque no le salió bien el balance de fin de año… Que será una persona distinta, que hará las cosas que se había prometido hacer años antes, como ir al gimnasio, hacer dieta, salir a correr, comer menos grasa, ser más solidario, estresarse menos, cambiar el auto, comprarse nueva ropa, en fin.
La teoría del “Eterno retorno”, retomada por Nietzsche, se lleva a cabo atosigándonos donde menos lo pensábamos. Principio, fin, principio, fin, principio, fin…

Curiosidades
Quizás algunos no lo sepan, pero parece ser que en realidad, el supuesto Papa Noel/Santa Claus/San Nicolás de Bari, como gusten, se vestía de verde para darle los regalitos a los niños, hasta que un día, una famosa marca de bebidas se le ocurrió cambiarle el color del vestuario por el rojo, y la gente no pudo ver más al gordito vestido de color esperanza.

Esta cuestión navideña la terminaré de definir con una simple imagen, muy cómica e irónica como todo lo que hace el ilustrador chileno Alberto Montt (más abajo está link para que vean más, es muy ocurrente).
¡Feliz Marketing!, ¡Feliz Shopping!, ¡Qué tengan una linda locura pasajera, debido a la pocas horas que dura la celebración! 
JO JO JOOOO!!!

2 comentarios:

  1. Que tema las fiestassss! Dan para mucho, lastima que tengo el cerebro quemado de tanta comida y bebida...

    Me llevé el comic de Montt para mi blog y me hice seguidor del tuyo, ta lindo el blog.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias!
    Espero que disfrutes de los escritos y comentes todo lo que quieras...

    ResponderEliminar