Señora Paciencia, se instaló en mi sala de espera y no me deja respirar. Se adueñó de todo el aire y logró que se complicara el oxígeno del interior, y no hay espacio para todos. Es usted… o yo.
Señora Paciencia, ya se ha quedado mucho tiempo por estos lados, ¿cuándo decidirá marcharse? Nos está asfixiando a todos los presentes. ¿A usted le parece correcto? ¿Cree que es razonable tanta espera, tanta omnipresencia?
Señora Paciencia, la puerta está abierta -hace rato-, para que usted se largue de una buena vez hacia otro sitio, bien lejos de aquí. Sus servicios ya no son requeridos, han estado haciendo bastante ruido por acá. Porque, aunque usted no lo crea, a veces no es del todo silenciosa, lo que hace que se vuelva muy molesta.
Señora Paciencia, ya es hora.
“La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces”, Jean Jacques Rousseau
Con paciencia y vaselina,jodió el elefante a la hormiga.
ResponderEliminarjajaja, es la frase de cabecera de la familia, parece...
ResponderEliminarla paciensia es un don que vos lo sabes manejar muy bien, doy fe de eso, sentite orgullosa!!!
ResponderEliminarAy, me cambiaron los ingredientes de la frase, ¿no era así?: ¨Con paciencia y con saliva el elefante se cog... a la hormiga¨.
ResponderEliminarBueno, no importa, el orden de los factores no altera la paciencia, jajaja.
Se dice que la paciencia es la madre de todas las virtudes. Veremos, veremos, después lo sabremos...
Parece que cuando se transfirió la frase entre España y Argentina, semejante océano de por medio hizo que se produjera un error de vocablo.
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